Como latir de corazón

Algo se asienta
deseo de 
no estar más
así, 
  Como  hoy

Algo se orienta 
desaparece la ilusión
la ansiedad
las partes fragmentadas
   Es cordura 

Algo no consolidado 

No hay nada 
los fragmentos
dispersos y obtusos
   volaron

La insensatez
de los fantasmas
la fantasía de esa sonata
de la percusión de tu voz
como latir de corazón

La inmediatez de una piel 
y la prohibición de tocarla
el abrazo sin ganas
la evasiva mirada
   respuesta retardada

Los días diferentes
la lluvia y la nada
sensación de impotencia
de vacío y de tristeza 
   vacío incluso de nada.

Lo que falta 

Deseo de otro.

Aparece Delirio y locura

Labil sentido

Ojo desnudo

Sinrazon

Sinrazón

no encuentra lógica

sinrazón y sinsentido

días que encuentran asidero 

justo en la incerteza,

en lo fallido.

En  la expectativa 

que expectante observa

en noches que duermen

con silencios que pueblan sentidos

dormidos, soñados, atados

en investiduras de sol y de nieve

de pertenencias sin pertenecer

de lúgubres tonos 

y canciones en francés.

Empuñaduras de plata y oro
conciernen a dos

cincel de cuerdas finas

con vocablos parlantes de fe, 

que se niega,

que desaparece, 

no se ve,

Está. 

Aparece en la mano cogida de otra mano,

sosteniéndose, 

una, volando

otro, de pie. 

Aun no es

Aun no es lunes
y sin embargo
te saboreo
tus ojos
tus manos
el tremor de tu voz
y el murmullo de vos
y otra vez,
tu color,
tu sinrazón
y mi locura
el café y
el dulzor
pan de dulce
anís y menta
corazón

Siniestro

Siniestro

Sueño logrado 

de un murmullo agilizado por tus manos

    en serenidad  

trasfondo del dorado dulzor de la caricia mortecina

    en la penumbra

asomada como sombra que perpetua nos asola

y a ti te afianza y pone dedo en la llaga 

y amarra la vida y la amenaza

Corazón que infarta

la palabra de otros, 

Corazón que se infarta

con esa misma palabra…

Corazón  moribundo 

por la carga de la pena 

gloria insensata  de un rumor

de traición  y  amenaza

La perversa mirada contenida,

placentera sonata…

conocerte,  saberte y despedirte

la angustia  de la partida

la incertidumbre que se volverá costumbre

y la resignación…  
que se hará tibieza

Y los que te aman,

aún aquellos que te odian

habrán de saber de las mieles

y,  las hieles 

             de no verte más

y guardarte en la memoria

con tus glorias y padeceres

con las luces de tus ojos,   

con sus palabras hirientes

que marcaron el paso de las horas

de un Corazón destrozado

Ironías o paradoxas insensatas

elucubraciones

que manchan la luz 

y perfilan gloria a la oscuridad mortecina,

la oscuridad que sostiene

un deseo de morir

con un corazón palpitante 

y tu deseo de vivir

 con un corazón agonizante

Táctil

Táctil

No sé la razón

desconozco el efecto

desconcierta 

argumenta

desconecta lógicas

acierta mi allegro

No importa qué esté haciendo

ni en que o quien pienso

pero ese acento que llama mi nombre

disloca el aliento

descoloca pensamientos

arrasa mi atento

Delirio...

Articula un anhelo

Sospecha un incendio

Amarra mis manos 

Mi cuerpo

en fin... 

eleva al cielo

Táctil tu voz

Y tu acento

Y tu aliento

Sensitiva mi piel

 Alma

En desasosiego

Wake up (Sábado)

Podría suceder

-acaso-

Despertar

Y…  ¿no invocarte?

Tu nombre

Juego de voz

Tus poros

Olor de arroz

Tu voz

Mi perdición

Tus manos 

Anhelo

y los restos de pastel

en un cajón

un andamio

            un corazón

           

La semana se acabó

Cereza 

Dulce

Roja

Turgente

Con piñón

El café en la mañana

Del qué no hay hoy

Prohibido pensarte

Y transgredir la prohibición…

            … mi pasión.

Terciopelo

Redondo

Tibio

Fugaz

Suave

Imaginado y anhelado 

Sin cesar

Sueño en delirio

Dulce en anhelo

Granizo de hielo

La realidad

El asomo de miel

Que acíbar se vuelve

La vida

La muerte
El despojo

El rastrero deseo

Que no se sacia

Genera
... El anhelo

Extraño

Extrañé
tu risa loca
mañana siniestra
de puertas abiertas
de golpes en la ventana
de sellos en la oreja
de café y chocolate
canela y guayaba
aromas
perfumes
sonatas

Busqué
tu imagen
hallé otra,
dolida y vacía
otra voz 

Como la tuya 
Con sueños
de infancia perdida
extraño tu risa
loca de tanta

Tanta ironía.

Advertencias

Madrugada fría

Piel de ave

Insistente 
Anhelante

El corredor de horas

y el  café caliente

tus manos y mi mirada

alternancia breve

Deseo insomne

Lúgubre responso

Olor mortífero

de verbena y nieve

Menta fuerte

Y ojos brillantes

Colgante de ti

Suspirante

Encantada fantasía
tenerte y no tenerte
paso sostenido 
siguiendo 

Arremetida en tu costado
reintegrando 
sensaciones antiguas
castillos fantasmales

La calle, tu y yo. 
Fragmentados
Me quedo 
Te vas

Expectante

 La cobertura es mi piel 

son que baila de muerte

la alegría que impacta es de ironía

el sentido como dientes

que desgarran mis vestiduras 

La censura es de tu vientre 

y de tus muslos

el olor emanado de tus poros

las alas de tu nariz inhalantes

fantasías de tibieza

sensaciones etéreas

El resquicio amoroso

la miel agotada

el celo cansado

la locura incomodada

el auxilio mal pagado

la mortifera tenaza

Expectante un nuevo día

 otra semana

otro año

otra vida

otros sueños

y por qué no...

otra mirada 

Amenaza

Amenaza

que se cierne en mi

y que se gesta en mi,

que se teme en mi, de mi, por mi...

Es una forma de vivir que

me aloja en cuatro letras

y una…  es repetida.

No saber que se está

registrando en tu cerebro,

o saberlo y no reconocerlo,

o reconocerlo y…

no querer saberlo.

Recorrer lo que ha pasado

refrescarlo en la memoria

buscando en recónditos y  lúgubres indicios

que se muestran en los gestos

y las notas del acento de mi voz

y en la huella en que cuajan las palabras

que mencionas con mi nombre,

con tu acento, tu ternura y mi recelo.

Duda que se alberga,

Duda que sostiene,

Duda que permite la vida

Para hallar el indicio

Tal vez…

muerto.

Y en una de esas.

Transito a solas
podría parecer que viendo fantasmas
y ciertamente,
me acompañan.

Digamos que me siguen,
me huelen y resguardan,
tropiezo con sus ardides
y sueño con sus palabras

Aunque parezco atenta
solamente como que escucho
doy la vuelta
y apuro el paso


Y en una de esas
me hallé contigo
parlando alto y con frecuencia
oí tus voces

Leí tus letras
mire colores en tu paleta
de ironías dulces
de hojas vivas y letanías muertas

Ahora transito a solas
y llevo andando tu compañía
en las alertas
que avisan letras, otras, tuyas,
                  nuevas...

Sirenisima

El canto de la sirena... y la resistencia de Odiseo. 

Por cierto... ¿dònde està?

Demoníacas

Demoníaco el pensamiento que me lleva -al abrir los ojos- a evocar las letras de tu nombre y el contorno de tu cuerpo, la caverna de tu voz y  la ausencia y tu recuerdo.
Demoníaco el sentimiento que me embarga y me levanta como un títere sonriendo, pensando en tu mirada a la hora del concierto de la música y la voz, de la danza en el sitio del café, de las almendras en tu pan.
Demoníaca la sonrisa que dibuja mi rostro pensando en las risas que ayer nos sostuvieron, en las delicias cocinadas, en las calles que pisamos y los sueños.
Demoníaca la dulzura que adivino en tu rostro, en tus horas desmentidas, en tu amor y su silencio, en la puesta en acto de la mar que sube la escalera con tu voz rompiendo la soledad,  cuando la hora marca el encuentro.

Distintas

Recorrer los días con historias distintas acompañando mi paso, una delicia, una caricia, sostén y un abrazo. 
Las palabras y las risas
Los enojos, las envidias, los te quiero y te aquieto, los odios y los celos, los amores, los reclamos, las caricias, los retobos, el silencio y la comida.
Tú tu vida y yo la mía. 
Y sin embargo, vamos andando marcando rumbos, sintiendo brumas, pasando días, viviendo letras, buscando olivas. Y las tenemos, las guardamos y no queremos ni acordarnos. 

Extrañezas

   Cosas que me pasan como antojos.  Deseos que nunca antes fueron revelados a mi propia conciencia. Anhelos que estaban sepultados bajo el peso de la piel  color canela. Enojos rechazados encuevados en la parte frontal de mi cabeza. Iras atrancadas contra la pared que se forma entre mis hombros y la cintura.  ¡Vaya sorpresas que tiene la historia! La innata impronta e insomne sueño voluble anhelo ansioso cielo caricia bruta envuelta en palabras y cuentos. 

Estremecida

Estremece hasta los huesos.  La melancolía. Del viernes al lunes es ahora,   pero tiene toda una historia.   La espera es sin fin y la algarabía se esfuma, padece en el lápiz y en la bruma, se entibia en las fotos de verde y se luce en las  blanco y negro.  Se vive de día y se muere de noche esperando otro sol, otro hábil día.  Lamento tu ausencia, extraño tus ruidos de celofán y tu olor a menta.  Mejor escapar durante tus ausencias, correr descalza por las aceras haciendo nudos mojando cielos rascando tierras y alzando vuelos para cazar estrellas. 
Meciendome en las alas de los angeles que acompañan la espera del viernes al lunes y empezamos otra vez. 
Estremecída de melancolía y de alegría cuando llegas. 

Prefiero tu risa

Tus manos  pinceles,

pinturas y piano sin tocar,  

la bicicleta y la carrera.

El foco rojo y tú y yo
corriendo,

El sol y el sudor sobre los labios

Las risas locas y el sándwich triple 

Mantequilla y mermelada

Sol dorado caseta y magueyera

Y tus risas ...a carcajadas 

Mi enojo por tu mirada

Las cosas dulces y las amargas

Las venas rotas y el paño blanco 

Tu risa loca y mi enojo harto

Tu cuello rojo, la cuerda y mi impotencia

Las polonesas, el piano intacto 

La perdición de tu mirada 

... y de mi vida 

La eterna melancolía 

El deseo extraviado en la campiña

En la prehistoria y la guardería

Las manos enlazadas 

Y te has soltado
Soltando amarras decías.

Rejas y puertas
con nombre de Floresta

cerrado y abierto

infinito goce mortífero 

tu vida y tus letras 

las cansadas patas del rocinante

la enredadera y la higuera

y otra vez, tu risa, irónica a veces

insinuando la melancolía.

Mortecina la letra mia

Resguardando tu nombre

En la banca de la sombrita

De la locura  enhiesta
Palabra perdida

En sombras de muerte

Tus letras perennes

y yo prefiero tus locas risas 

Tu muerte pronta
andar de prisa
nada coagula
la sangre inmensa
te inunda
y otra vez me da la ira
y no puedo hablarte
y ahora...
                                                             iracunda
                                                             me inunda...
                                                              mi risa.